lunes, 19 de julio de 2010

Te cobro por ir, el talento te lo regalo

Que difícil es hacer comprender a los posibles clientes que si cobras una determinada cantidad por un trabajo, es porque tu trabajo lo vale, y si lo vale o no es pura cuestión de talento y oficio. Y esto se tiene o no.
Pongamos un supuesto: tres fotógrafos por un mismo trabajo cobran diez, veinte y cien respectivamente. Si nos centramos en el que cobra cien, suele haber dos explicaciones, a saber: o bien es un fotógrafo muy reputado y en la cresta de la ola o bien es rico (por su familia) y no necesita vender una escoba y aprovecha esta ventaja para posicionarse como un fotógrafo cotizado.
Sin embargo mirando a los otros dos, suele ser el fotógrafo que cobra menos por su trabajo el que marca lo que el cliente esta dispuesto a pagar, y más en esta época de Internet donde localizar a cien fotógrafos y pedir otros tantos presupuestos es algo tan sencillo como pegar las direcciones de correo en copia oculta.
Lo que no es tan fácil es calcular el verdadero valor del trabajo que se esconde detrás de cada uno de los presupuestos que estamos valorando.
Si pensamos que pagamos por el tiempo que una persona nos dedica o por la cantidad de fotos que nos da a cambio del dinero que nos pide  la cosa es sencilla. Me temo sin embargo que a muchos clientes se les olvida lo realmente valioso de cualquier creación artística: la creación en sí. Lo realmente caro, lo que cuesta dinero debería ser el talento, pues es lo que marcará la diferencia y hará que las fotografías funcionen y el cliente recupere su inversión.
El problema es que para sobrevivir y puesto que es el más barato quien marca el precio real, al final el fotógrafo talentoso se ve obligado a rebajar su precio para ser competitivo. Y como a ninguno le gusta hacer mal su trabajo y les cuesta más hacerlo mal que bien, al final ponemos todo nuestro talento en el trabajo.
Y mientras deberíamos presumir de que nuestro trabajo físico, disposición de horas y demás es secundario y que nosotros cobramos por nuestro talento, oficio, profesionalidad, etc. al final lo cierto es que cobramos por ir. El talento va de regalo, si va...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Tus comentarios son bienvenidos!