viernes, 24 de abril de 2009

Intentando rematar el fotoperiodismo o el Premio Ortega y Gasset a Suárez Illana.


¿Quién ha intentado asesinar una vez más el fotoperiodismo?
Esta es una de las ideas que me vino a la cabeza al leer la noticia del premio otorgado a Adolfo Suárez Illana a la "mejor información gráfica" en la reciente edición de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. También sospecho que no será mi última reflexión.
Creo que la clave está en dos conceptos: la palabra "periodismo" que acompaña al título de los premios y "mejor información gráfica" que define la categoría en concreto.
¿De verdad se puede premiar desde el punto de vista periodístico una información ofrecida por una de las partes? Según el propio galardonado explica en su blog, nadie más estaba allí y ningún periodista gráfico pudo ofrecer su versión del momento.
¿Qué opinaríamos si un debate en el Congreso, o un Pleno municipal se realizaran sin presencia de medios y después un concejal o un ministro nos ofreciera la información lista para publicar? ¿O si se diera un premio Ortega y Gasset de periodismo a una nota de prensa elaborada por el gabinete de comunicación de cualquier organismo público o privado? Una vez más queda claro el desprecio hacia la profesión del periodista gráfico por parte de las empresas editoras, con el agravante de que estos premios cuentan con el patrocinio del diario El País.
El premiado, por su parte, dice sentirse un "intruso" entre "excelentes profesionales". Sr. Súarez, no le quepa ninguna duda, pero no se sienta usted mal, por desgracia esto es cada vez más habitual en esta maltrecha profesión.
No voy a criticar la fotografía ni a negar su importancia histórica. Tampoco diré que no aúne mucho de lo que me gustaría ver más en los medios de comunicación, pero su concepción no me parece lícita, pues nace de una restricción del derecho a la información y eso hoy en día no hay que premiarlo, sino más bien criticarlo. No diré que es una foto que no se debió hacer, o que no se debió difundir, sólo pido respeto hacia una profesión, al menos desde nosotros mismos.
Respondiendo a mi pregunta inicial sobre quién intentó matar el fotoperiodismo y a modo de respuesta del Cluedo diré: fue el Ortega y Gasset, con la camarita digital en el jardín. (Fotografía: Adolfo Suárez Illana)

martes, 21 de abril de 2009

Piolín

Foto del anuncio en parada de bus
Piolín y Julián RojasAquí estoy con Piolín. El segundo personaje famoso con el que salgo en el blog. Bueno, bromas aparte, y aunque no es la vez que más partido (me refiero al estético, no a la efectividad de la campaña) han sacado a una foto nuestra, me hace ilusión haber currado junto a un dibu de mi infancia... y con la Warner.
Arriba os pongo una foto de una parada de bus con la publi.
(Foto de Julián y Piolín: Daniel Hernanz)


Tanbién está en los autobuses (actualización día 8 de mayo de 2009, Foto: Daniel Hernanz)

jueves, 16 de abril de 2009

Papel, papel, papel.

Uno de mis propósitos para el futuro próximo es hacer más fotos en papel (el otro es hacer menos fotos y guardar muchas menos pero eso ya lo contaré en otro momento). Las razones son varias, pero hay tres principales. A saber:
1- Si las fotos solo se ven en pantalla, esto condiciona su composición. Hay magnificas fotografías que en una pantalla pasarían (y pasan continuamente) desapercibidas, sencillamente por que sus miniaturas no funcionan. En el monitor solo funcionan las imágenes simples, y no hay lugar para fotos complejas que cuentan una historia. Solo los primeros planos, o fotos con formas claras tienen futuro en una página web o en un monitor.
2- Ahora resulta que los archiveros no se ponen de acuerdo a la hora de asegurar la permanencia de los archivos digitales. Por poner un ejemplo, no se sabe lo que durará realmente un CD o un DVD. Yo he perdido ya algunas de mis primeras imágenes en digital de hace diez años, pues el CD estaba descascarillado. Tengo perfectos negativos y copias en papel de mis primeros trabajos de hace dieciocho años y negativos centenarios de mi colección. Tal vez las copias en papel sean el único rastro que quede dentro de unos años, de nuestros flamantes archivos digitales.
3- En mi personal lucha de calidad contra cantidad, creo en el mimo en el tratamiento, las pruebas de impresión como proceso creativo y el valor de una copia en papel que se puede tocar y oler además de ver. Creo que esto da valor a nuestro trabajo. La copia será la obra de arte y a lo mejor hasta habría que establecer destrucciones rituales del archivo digital después de su impresión, como el Artista Grabador raya la plancha para dar así más valor y exclusividad a su obra.

miércoles, 15 de abril de 2009

¿Alguien hizo esta foto?



Esto no será nunca un fotoblog. Creo que la inmediatez de lo digital es lo que más daño está haciendo a la fotografía. Un fotógrafo tiene que reposar su trabajo, interpretar la partitura, como dijo Ansel Adams. Lo demás, en mi opinión no es fotografía, o al menos no es fotografía con mayúsculas. El gran drama de la fotografía actual es que la cámara piensa por nosotros y que hemos cambiado el saber mirar por una ráfaga cada vez más veloz de imágenes captadas de manera aleatoria.
Si en un evento cualquiera hay 10 cámaras compactas y 20 teléfonos móviles captando imágenes sin cabeza, un fotógrafo haciendo lo mismo a razón de siete imágenes por segundo no tiene sentido.

martes, 14 de abril de 2009

¿Me pone cuarto y mitad de inspiración?

Hace poco visitando un foro de esos, en el que futuras esposas hablan de los pormenores de su gran día, leí a dos novias que hablaban sobre el fotógrafo de su boda. Una, la que daba la lección en el foro sobre su destreza, había contratado una empresa (a la que no voy a hacer publicidad, es más, posiblemente no sea ni una empresa) que en su página web presumía de ser una empresa vanguardista. No presumía de nada más, de hecho no había nada más, salvo una dirección de correo electrónico. La orgullosa novia hablaba de su hallazgo y de como las fotos y el vídeo de tan insigne empresa solo le costaban 1.800 euros.
Su interlocutora decía medio avergonzada, que su fotógrafo en cambio era muy caro en comparación, pues solo por las fotos cobraba bastante más de ese precio, pero en su defensa alegaba que este fotógrafo era conocido.
Este fotógrafo era Jose Manuel Bielsa, entre otras cosas ganador de los premios LUX de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de España.
Nuestras queridas novias sin embargo metían a las dos empresas en la misma categoría.
Tiene que haber empresas para todos los niveles. Compramos un determinado modelo de vehículo coreano, por su precio y sería absurdo presumir de su fiable mecánica, su diseño vanguardista o sus exclusivos materiales. El coche cumplirá con su función de transportarnos y esto nos vale.
Si simplemente queremos un recuerdo de nuestra boda, cualquier cosa vale, incluso recopilar las fotos que nuestros invitados tomarán con sus móviles y camaritas digitales. Pero si lo que queremos es un recuerdo que nos emocione, con una mirada original, si queremos el ojo de un fotógrafo inmortalizando ese momento, eso tiene un precio. No hablo de número de fotos ni del tamaño del álbum ni de la resolución de la cámara. El verdadero valor de la fotografía en realidad es el que no se puede medir.
Dejemos claro que hay diferentes categorías y que el precio caro, tal vez sea el de la empresa que ni siquiera se digna en enseñarnos su trabajo.

Foto con Yervant



Yervant es considerado internacionalmente como uno de los cinco mejores fotógrafos de bodas del mundo. Ganador en varias ocasiones de los premios de la WPPI. El pasado otoño tuve el privilegio de compartir una semana en Venecia con él en uno de sus mundialmente famosos seminarios. cuanto se puede aprender si nos fijamos en los mejores. Gracias maestro!

Niña pelirroja en Venecia



Esta fotografía la tomé en Venecia durante el seminario de Yervant. Se me había pasado, realmente ni me acordaba de ella, pero revisando el material la ví. Creo que le rescate mereció la pena.
Una vez más demasiadas fotos pueden enterrar la buena, tal vez la conclusión lógica sea un propósito de enmienda: menos es más.

Termina una era, comienza un blog.

Yo fui uno de los primeros. Después de muchos años, aprendiendo y disfrutando una técnica y un lenguaje fotográfico, no me lo pensé. Mi salto al digital fue rápido y no dí muchas opciones a la nostalgia. Ahora entono el "mea culpa" y valga este blog de redención: el paso a esta nueva era merece al menos una reflexión.
En esta nueva época las imágenes se multiplican, se reproducen y se expanden como una infección.
Los profesionales buscan un nuevo lugar.
La curva de aprendizaje se hace mucho más pronunciada aunque no sin el peligro de desviarse por alguno de los miles de caminos erróneos que se abren a nuestro paso. Falsos mesías y supuestos expertos, alzan su voz en sitios web endogámicos y retroalimentados que lo ignoran todo sobre la historia de un arte y una técnica que va camio de sus doscientos años de existencia.
Ahora es más barato que nunca ser fotógrafo, es más fácil aprender y la calidad ya no es el único valor de un profesional, ¿se trata de un terreno abonado para el intrusismo profesional?, o tal vez simplemente el orden ha de cambiar.
Estos son algunos de los temas que espero ir tratando poco a poco. No espero que gusten a todo el mundo, eso sería un fracaso, pero espero aprender y enseñar.