lunes, 18 de mayo de 2009

¿Fotografía secuencial o fotografía cerebral?


Un magnífico artículo del periódico por Internet soitu.es nos cuenta cómo esta portada de la revista Squire, obra de Greg Williams no fue tomada con una cámara fotográfica, sino con una cámara de vídeo.
Greg usó una cámara Red One 4k, que captura entre 24 y 30 fotogramas por segundo con una resolución de algo más de ¡once megapíxeles!
El debate queda servido sobre si el futuro será una unión entre el vídeo y la fotografía y, es más, sobre si la fotografía tiene a causa de esto los días contados.
La fotografía secuencial, tal y como la llama este artículo, amenaza el imperio de la fotografía basado en la captura del instante. Parece que como la cámara hace esa infinidad de fotos por segundo, un mandril adiestrado podría sustituir al fotógrafo.
El "Instante Decisivo" de Cartier-Bresson, tal y como él mismo decía en su famoso ensayo "El instante decisivo", no se compone de una única dimensión, la temporal, aunque su título así pudiera sugerir. En este instante decisivo confluyen, además del "momento" en que se aprieta el disparador (único tema realmente solucionado por el prodigio de cámara origen del artículo), la composición, la intención del fotógrafo, el punto de vista, la elección de la luz más conveniente..., etc.
Yo creo que la Red One no es más que un lógico adelanto de lo que serán las cámaras en un futuro, seguramente muy cercano. Rapidez absoluta, ausencia de ruido que nos permitirá la captura en condiciones de luz paupérrimas, altísimas resoluciones que permitirán recortar la imagen sin pérdida de calidad. Es decir, continuar en la senda iniciada con la llegada de la tecnología digital a la fotografía, relegar la dificultad técnica a un plano cada vez menos importante.
El fotógrafo ya no será un técnico nunca más y esto, señores, acabará con todo fotógrafo profesional que no pueda reciclarse y alejar su oficio de la técnica y acercarlo al arte. Tenemos que hacer lo que nunca hará la cámara, al menos no en un futuro cercano. No podrá sustituir al ojo del fotógrafo. No podrá ser creativa, elegir el punto de vista, la iluminación, el encuadre o el look de la imagen. Tampoco sera capaz de interactuar con los modelos para sacar lo mejor de ellos. No tendrá criterio para trabajar una imagen en el ordenador y convertirla en un objeto artístico, ni ver en el momento de la toma como será una determinada imagen tras aplicar este o aquel efecto en el cuarto oscuro digital.
En definitiva, los fotógrafos tenemos un nuevo reto. Los fuegos de artificio y trucos que nos aportaban la ventaja de los equipos profesionales y nuestros conocimientos técnicos, ya no son un argumento válido para deslumbrar a nuestros clientes, y en el futuro lo serán menos.
Ha llegado el momento de mirar y pensar, de recuperar la mirada del fotógrafo como un valor importante. Tal vez el único para conservar la profesión del fotógrafo y la vigencia del arte fotográfico.
(Fotografía: Greg Williams)

1 comentario:

  1. La "red" no deja de ser el lapiz de grafito, naranja, con goma en su extremo superior, con el que Walt Disney dibujó a Mortimer, actualmente MIckie Mouse, y esa secuencia en aquel barco...Esos lapices se venden por millones en Estados Unidos, pero ¿cuantos Walt Disney hay?...sólo él....

    Ni la "red", ni el lapiz con goma, ni la Mark III, ni toda su puta madre tecnológica suplirá el talento, donde colocar esa cámara " que lo hace todo sola "...por mucho que se empeñen no hay maquina, ni robot, ni aparato o aparatejo que supla el talento humamo, la creación artistica, la inspiración, el aprendizaje continuo, la sensibilidad, y una lista infinita de atributos que hacen de Cartier Breson quien es, o Walt Disney, o cualquiera de las personas, humanas, que siguen generando ideas, nuevas, frescas, que ninguna maldita maquina es capaz de generar....

    Que sigan pensando que la maquina lo hace todo...que sigan

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